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Estreno blog hablando de uno de los hombres más importantes de mi vida en una fecha clave como hoy. El hombre que me enseño dos de los principales valores en mi vida: la humildad y la familia. Empecé esta afición con la ilusión de publicar algo que hablase de él y aunque sea de una forma diferente y años después aquí cumplo lo que me prometí.
Mi abuelo fue una persona trabajadora, humilde, cuya prioridad era la familia y que ésta permaneciese unida en todo momento. La bonita historia de amor verdadero que vivió con mi abuela dio fruto a dos hijos que comparten muchas de las virtudes con las que él contaba y que hacen que ambos sean el vivo recuerdo de su persona. Se desvivió por sus nietos los cuales recuerdan miles de momentos de ternura a su lado. El respeto, cariño y educación con la que trataba a su mujer era algo que hoy en día desafortunadamente se esta perdiendo.
Su entrega completa a la amistad hacía que sus amigos fueran como parte de su familia y que no dudase nunca en hacer cualquier cosa por ellos. Ellos también formaron parte de bonitos momentos en su vida y de muchos almuerzos, paellas, tertulias y viajes.
Es por eso que detrás de ese hombre elegante, alto de ojos verdes, nariz chata, con lentes oscurecidas y barriguita prominente que inducia a dormirse sobre ella como hacíamos todos los nietos, hay un gran familiar, marido, padre, abuelo y amigo pero sobre todo un gran ejemplo a seguir que todavía hoy, 9 años después de su muerte es recordado con un nudo en la garganta y lágrimas inevitables por la tristeza que produce no poder seguir disfrutando de su presencia.