Frase que representa uno de los lemas de mi vida. Cogida de una de mis canciones favoritas del grupo Vetusta Morla, que un día viviendo en Reino Unido mi amiga Andrea me envió desde París y en la que ambas nos sentimos totalmente identificadas. Todavía recuerdo el momento, día lluvioso en la ciudad (como no en Inglaterra!) sentada en el escritorio frente a esa ventana de estilo victoriano y escuchando al detalle la letra que incluso escribí en un papel y la colgué en mi pizarra de corcho.
Y es que… Por qué pensar tanto en hacer las cosas? Por qué no dejarse llevar por lo que realmente nos apetece o sentimos? Por qué no vivir cada día como si de un día especial se tratase? Creo que demasiado bonito es vivir como para caer siempre en una rutina, sin arriesgar, teniendo miedo al mañana y sin aprovechar al máximo cada minuto.
No importa tener veinte años que cincuenta; estar soltero , casado, separado o viudo; tener mucho dinero o poco. Se trata de tener vitalidad y ganas de vivir la vida. Proponerse nuevas metas cada día, saltarse la rutina, innovar! Algo que cuando te vayas a dormir puedas decir: que bien lo he pasado hoy! Hasta el plan más sencillo puede convertirse en un buen plan, hasta el día menos pensado puede ser un día inolvidable. Por qué no empezar a pensar en que hacer mañana? Seguro que puede ser un lunes diferente. Disfrútalo!